El 1 de Abril concluyó mi periodo de prácticas en el IES 'El Palmeral' de Orihuela. Ese día asistí a mi última clase con 2º de ESO, les dí una foto en la que salgo con todo el grupo, y me despedí de ellos.
Fue un día extraño, mezcla de sensaciones y con la impresión de que la experiencia había sido una breve película de ficción.
Sin duda ha sido una buenisima experiencia y gracias a este periodo de prácticas he aprendido mucho sobre docencia, funcionamiento de un centro, educación no formal, metodologías... pero en contra de ello, no da para aprender mucho sobre cada alumno.
Toda relación tiene que fraguarse, y la mía con ellos como profesora no podía ser menos. Me hubiera gustado madurar esa relación, poder ganarme su respeto y confianza de verdad. Y no es que no la tuviera, es que la base del respeto y la confianza que me tenían era fruto de una mezcla entre lo ganado por mi tutor, el hecho de que fuera una joven desconocida para ellos, y mi actitud durante el periodo de prácticas.
Me quedo con las ganas de trabajar largo y tendido con ellos, de observar como van mejorando, de conocer mejor sus intereses y saber explotar sus aptitudes, de ofrecerles lo mejor que aprenda a dar de mi, de forma continuada. Me gusta pensar que, sobre todo a esas edades tan tempranas, el que más y el que menos es un diamante en bruto a la espera de las herramientas para auto-tallarse; y por supuesto no me refiero principalmente a lo académico.
...supongo que los echaré de menos. :)
