Segunda semana del máster dando clase a todo el aula completa de alumnos. Mis compañeros de prácticas han comenzado también sus lecciones y es curioso ver las distintas metodologías que llevan a cabo. Se puede aprender mucho observando a gente que se esfuerza por plantear métodos didácticos novedosos.
Por mi parte, he ido cogiendo confianza con el alumnado, y ellos conmigo. Este hecho hace que la clase sea más real, más fluida y más participativa que las de la primera semana (parecían asustados). Sin embargo, también da cabida a las bromas, las risas y de alguna manera, da cabida a que la clase se revolucione en ciertos momentos. Por todo ello creo que la 'lección magistral' de la semana ha sido 'ponerme seria'.
Soy de las que creen que con el aprendizaje en un contexto amistoso, de 'cachondeillo', y divertido, se consigue mejor desarrollo de las clases y mucho mejores resultados. Por otra parte el límite de la confianza y el cachondeo se debe marcar muy bien y en ese aspecto estaba, y sigo estando, verde.
De sobra es sabido que si el alumno no quiere prestar atención, o no quiere parar de hacer algo no permitido, el profesor no tiene 'nada que hacer'. Ellos saben que en algunos casos los padres les defienden o defenderán por encima de todo, en otros simplemente los padres están ausentes en su proceso educativo, y también saben que los maestros no pueden levantarles la mano ni insultarles.
¿Qué debe hacer el profesor en momentos tensos? y sobre todo ¿qué haría yo?
Esta semana han expulsado 15 días a uno de mis alumnos, y hace unas semanas volvía de otros 15 días de expulsión otro de ellos. En ninguno de los dos casos sé que ocurrió, pero se comenta que fue por acumulación de partes.
Mi posición ante esto es la de evitar, en la medida de lo posible, poner amonestaciones, expulsar de clase, y todo tipo de prácticas que trasladen un problema del aula a fuera de la misma.
Pero bueno, realmente y en resumen la confianza no ha sobrepasado los límites y a pesar de que me he visto obligada a poner tono serio y tajante para cortar ciertas 'peleas de gallos', y a cambiar de sitio a algún alumno, las clases se han desarrollado muy bien.
He dejado siempre los 5 últimos minutos para mostrarles algún vídeo curioso relacionado con el temario y van respondiendo muy bien, en general, ante mis propuestas de actividades, preguntas en clase y dinámica.
Por último, esta semana he estado preparando un folio de conceptos (para facilitarles el estudio) y un juego que realizaremos la semana próxima.